Al momento de elegir entre fútbol y futsal, no duda. «La dinámica que tiene el juego, el cambio constante de táctica y estrategia, el gran interrogante que se da en los partidos, que todo puede cambiar en muy poco tiempo y que se pueden definir partidos por milésimas de segundo». Así definió Mathías Romarión, jugador del CGT Rawson Futsal, al deporte que tanto lo apasiona.
El joven de 26 años comenzó siendo muy chico en la Unión Vecinal de la Villa Larman. «Ahí conocí a Herman Vega, que estaba ahí, por el empecé a aprender y conocer el futsal. En ese tiempo todavía no se jugaba el primer campeonato en San Juan. Cuando arranqué quizás lo hacía para estar con mis amigos y ahora es mi cable a tierra. Es salir de tu rutina diaria, despejar la cabeza», señaló.
«Sinceramente sigo viviendo el futsal como cuando era chico, con las mismas ganas y la misma pasión, no me veo afuera de una cancha por un largo tiempo», agregó.
Además, el joven tuvo un privilegio de pocos, un recuerdo único. Haber compartido equipo con sus hermanos. «A principio de año era técnico de Defensores de Argentinos, donde fui preparador físico durante 4 años, y como coincidían los horarios de entrenamiento con los que jugábamos en la B, pude jugar en Reserva, donde compartí cancha con mis dos hermanos, Martín de 20 años, y Ramiro el más chico de 16», dijo.
Con sus viejos como ídolos absolutos, Mathías siente una gran admiración por el ‘Mago’ Silvio Prieto y Leo Messi. «Es el mejor de todos».
«Mi objetivo es poder ser todos los días un poquito mejor persona, que lo demás llega solo. Y con el fútbol, sueño con poder jugar de viejo, hasta que no me pueda las piernas. En la cancha que sea, el tiempo que sea», concluyó.